A veces las empresas cometen errores garrafales con sus usuarios, pero, ¿Qué mejor manera de sacar de un error algo bueno?
Muchas marcas aprovechan sus errores para sacar su lado más creativo, dejando sin palabras a todos los consumidores.
KFC es un claro ejemplo de cómo tener humor de un error. Cuando una marca comete estos lapsus el usuario espera una respuesta de disculpas o alguna acción que pueda complacer su enfado. En 2018, KFC la lió al quedarse sin suministros de su ingrediente principal (el pollo) para abastecer a toda su demanda. Lo que provocó que la cadena tuviera que cerrar numerosos locales en Reino Unido e Irlanda.
Todo esto produjo una oleada de críticas y quejas por clientes de lo más enfurecidos, haciéndoles desde luego una mala praxis que se extendió por todos los lugares del planeta. Ante este altercado para la cadena de comida hubiera sido muy fácil dar la respuesta con el tradicional mensaje formal pidiendo disculpas, el cual no consigue satisfacer a ningún público. En cambio, la marca aprovechó este fallo como una oportunidad de conectar con el público, de una manera de lo más original y riéndose de ellos mismos. La verdad que no hay mejor estrategia que si no puedes con tu enemigo, en este caso tus clientes criticando tu marca , únete a él, critícate a ti mismo.
KFC supo gestionar sus disculpas de una manera proactiva y disruptiva en todas las redes sociales. Pero no era suficiente, quiso sorprender a todos los usuarios con una campaña poco usual. En la imagen de la campaña aparecía su típico cubo de pollo con su logo, pero no, en el interior no había ninguna pieza de pollo. Era un cubo de lo más inusual, las letras de su naming fueron reordenadas, pudiéndose leer “FCK” haciendo alusión a la palabra “fuck”, lo que significa “¡joder!” en España.
La campaña de humor consiguió lo que pretendía, conectando con los consumidores y generando una impresionante viralidad. No a todo el mundo se le habría ocurrido dar un mensaje tan ingenioso y acertado. Demostró que su público es importante para la marca y desde luego fue una genialidad la manera de sorprender a toda la audiencia. Un claro ejemplo de que de un error puede salir una oportunidad gracias a la magia de esta creatividad.
0 comentarios